Voluntariado -

La incorporación de la solidaridad en su vida diaria es una tarea que debe llevarse a cabo en los colegios, pero sobre todo y especialmente en casa. Como decía Albert Einstein “educar con el ejemplo no es una manera de educar, es la única”. Los niños aprenden por imitación y los primeros a los que copian en sus acciones y actitudes son a los padres y a los familiares que les rodean. Hablar con ellos de temas como la solidaridad, la paz, la empatía, el respeto o la resolución de conflictos es necesario, pero de nada les servirá escuchar nuestra opinión si no nos ven actuar en consecuencia. Ser solidarios consiste en dar apoyo de manera incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles. Por eso es tan importante centrar nuestra atención en el desarrollo de la empatía y los comportamientos prosociales, así como enseñar a los niños a ponerse en la piel de los demás y a compartir desde pequeños. También deben conocer las diferentes realidades y situaciones a las que se enfrentan otros niños para tomar conciencia de la posición de privilegio en la que se encuentran y de qué manera pueden ayudar. 1. Medioambiente La educación medioambiental desde casa es fundamental para que los niños aprecien la importancia de los comportamientos de respeto hacia el planeta. Pero, ¿cómo podemos colaborar desde casa para la sostenibilidad del planeta? Existen comportamientos ecológicos básicos como el reciclaje, el ahorro del agua, la limitación del consumo de plásticos, un mayor cuidado con el consumo electricidad o el cuidado de los espacios naturales. A partir de los 7 años podéis ver documentales juntos para concienciarlos. 2. Adopción de mascotas El respeto a los animales es otro de los valores que debemos transmitir a nuestros hijos desde pequeños, ya que, desgraciadamente, cada vez conocemos más casos de maltrato y abandono animal en España. Para ello, debemos explicar las consecuencias que conlleva tener un animal en casa y todos los cuidados que debemos brindar a una mascota. Si queréis incorporar un nuevo miembro a la familia, es mejor optar por la adopción de mascotas abandonadas que por la compra. Hay muchas asociaciones dedicadas a ello. 3. Apadrinamiento y acogida Otra opción es apadrinar a un niño que se encuentra en una situación desfavorecida o participar en un proyecto de acogida de menores refugiados o que por alguna circunstancia no puedan estar con su familia. 4. Voluntariado Es una muy buena forma de enseñar a los niños la importancia de compartir y ser personas solidarias y generosas, ayudando a los que más lo necesitan. Además, de esta forma, también conocerán el funcionamiento de las organizaciones solidarias que trabajan para cambiar la situación en diferentes partes del mundo. Vosotros y vuestros hijos mayores podéis participar en un programa de voluntariado para entretener y enseñar a niños en centros de menores los fines de semana, acompañar a mayores sin familia o ayudar en comedores sociales. 5. Viajes solidarios Cada vez hay más ofertas para viajar a países en vías de desarrollo en periodos vacacionales dirigidas a preadolescentes y adolescentes. Es una experiencia muy enriquecedora para tomar conciencia del mundo en el que vivimos y desarrollar la empatía. 6. Colaborar con una ONG Las ONG son de suma importancia dentro de la creación de un mundo más solidario. En ellas, millones de personas trabajan día a día para ayudar a países subdesarrollados a mejorar su situación. Los niños deben saber que este tipo de organizaciones sin ánimo de lucro existen y tienen el único objetivo de lograr un mundo mejor. Podéis colaborar con una ONG cuya causa os convenza (salud, pobreza, ayuda ante catástrofes, infancia, naturaleza, animales o defensa de derechos, entre otros).

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