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¿Qué revestimiento decorativo elegirías para tu vivienda? Aquí van unas recomendaciones

Las opciones disponibles para revestir paredes interiores son tan variadas que, en caso de plantear reformas en casa, puede llegar a generar cierto vértigo decidir entre ellas. Hay fórmulas más y menos económicas, así como más o menos duraderas. Presta atención a esta pequeña guía a modo de resumen en revestimientos decorativos.

Los estucos y la pintura

Es la fórmula más tradicional, y además es versátil y económica. El revestimiento puede llevarse a cabo con cemento o con yeso, pero siempre buscando el mismo objetivo: tapar imperfecciones de la pared para conseguir una superficie lisa. La ventaja principal de los estucos es que se pueden renovar fácilmente y aplicar otros tipos de revestimientos sobre ellos.

Como principal inconveniente está la absoluta necesidad de que la pared no tenga problemas internos de humedad. Dentro de estos revestimientos gana mucha relevancia el estuco veneciano, que tienen una presencia más lucida, más decorativa. Se aplica sobre los muros para crear un efecto envejecido o rústico.

Por lo general, imita técnicas antiguas o paredes rústicas. Su instalación requiere de la participación de profesionales experimentados, pero posee grandes ventajas a tener en cuenta: es muy fácil de limpiar, su resistencia hace que sea un material muy duradero y aguanta muy bien la humedad.

La madera natural y de imitación

Una segunda opción es la madera, que aunque se asocia habitualmente a ambientes rústicos, también se puede instalar en viviendas en el ámbito urbano. Es un revestimiento muy agradable y que aporta mucha calidez. Además, se puede acudir a la opción más económica, la imitación.

Un inconveniente a tener en cuenta es que algunos tipos de madera sí tienen un precio muy elevado. La solución pasa por los materiales que la imitan o el uso de madera reciclada. Si se selecciona madera reciclada, el compromiso medioambiental es un factor a considerar positivamente.

En cuanto a las ventajas de este revestimiento, su calidez y sensación de confort son aspectos muy reseñables, así como la amplia variedad de acabados que se pueden instalar para cubrir las paredes.

Revestimientos cerámicos

Otra fórmula clásica, los materiales cerámicos y los azulejos. Las baldosas y el gres son habituales en suelos, como pavimento. En el caso de los azulejos, su presencia es común en espacios con mucha humedad como las cocinas o los baños.

Aquí también se abre un abanico extenso de posibilidades dada la versatilidad de estos materiales. Son revestimientos y pavimentos muy resistentes a los golpes y las rayaduras, que son especialmente útiles en ambientes exteriores. Además, se limpian con comodidad.

Un condicionante que sí hay que tener muy en cuenta es que su sensación visual y al tacto es muy fría, incluso cuando se opta por materiales de textura cálida. A su vez, requieren de obra húmeda para su colocación y reemplazo.

Papel pintado

A pesar de que es una técnica que puede parecer muy anticuada, el impulso del fenómeno vintage, así como la popularidad de los vinilos, la ha traído de vuelta. El empapelado tradicional recobra protagonismo gracias en parte a la aparición de nuevos diseños y de materiales más resistentes.

Es un revestimiento decorativo muy interesante porque existen infinidad de diseños para todas las estancias posibles, combina muy bien con la pintura y otros elementos de carácter estético. Se puede instalar y retirar con facilidad.

La contrapartida es que son materiales poco resistentes a la humedad y obliga en su instalación a cuidar mucho la colocación, para conseguir una terminación perfecta.

Microcemento

Este es otro de esos materiales que está cosechando mucho éxito. Es un tipo de revestimiento en forma de pasta que se aplica sobre cualquier material y ofrece una textura muy lograda, casi única. Se puede aplicar en paredes y suelos, interiores y exteriores. La particularidad más destacable es que aporta un toque rústico en cemento, yeso, madera, cerámica y otros materiales. Su instalación no requiere de juntas y esto aporta un aspecto visual de continuidad y suavidad.

Para obtener un revestimiento de este tipo, es necesario el trabajo de profesionales que conozcan la técnica, ya que el soporte requiere de unos cuidados y un sellado especial para evitar problemas de fisuración o de humedad.

Junto a estas opciones aparecen, también, el vidrio y el vidrio lacado, los paneles tridimensionales o las placas de yeso. Como ves, las opciones de revestimiento son tan variadas que no es resulta fácil decantarse por una de ellas. En su elección hay que considerar el presupuesto disponible, el condicionante estético y las potencialidades de las estancias a completar.

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