Cómo hacer un armario cápsula para tus hijos

El armario cápsula es un recurso realmente útil en adultos, pero aún lo es más cuando hablamos de niños. Podemos definirlo como un conjunto de prendas básicas que constituyen el fundamento de un guardarropa. Prendas que pueden conformar por sí mismas un armario. Las piezas adecuadas que lograrán una gran cantidad de looks con pocas prendas de ropa. ¿Por qué es tan útil en niños? Porque con la elección correcta podemos rentabilizar mucho ese armario y nuestro gasto en moda infantil. Además, agilizamos bastante el proceso de elegir ropa todos los días.
Un reto para padres organizados
El reto del armario cápsula infantil es claro, conseguir una colección de prendas que nos ayuden a vestir a nuestros hijos con ellas durante toda una temporada sin ser excesivas. Es más, muchas de ellas pueden incluso aguantar varias estaciones. Por ejemplo, unos vaqueros podrían formar parte del armario cápsula para verano, pero también para invierno.
¿Hay trucos para poder dar con las prendas correctas? Sí, podemos seguir una serie de claves que nos lo pondrán un poco más fácil.
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Primero mira lo que tienes
Lo primero que tienes que hacer antes de crear el armario cápsula de tu hijo es ver qué ropa tienes. Agrupa la ropa que aún le sirve, la que le queda grande y la que le queda pequeña.
Las prendas pequeñas podrás guardarlas, donarlas, venderlas o regalarlas. Las prendas grandes las puedes etiquetar y guardar para cuando le estén bien. Las que nos interesan son las prendas que pueden servirle ahora. Fíjate bien en qué tipo de ropa es. Si cuentas con dos pantalones vaqueros, quizá no necesites comprar más para tu armario cápsula.
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Crea looks y combinaciones
Es la fase creativa. Se trata de tomar todas estas prendas y anotar en una lista todas las combinaciones posibles para poder sacarle el máximo partido. En esta lista tienes que identificar también las prendas comodín que crees que faltarían.
Un buen conjunto de prendas comodín podrían ser leggins, sudaderas, un buen jersey de punto o una chaqueta de invierno. Eso sí, mejor siempre en tonos neutros y sin demasiados dibujos, pues esto hará que las combinaciones sean mucho más sencillas.
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Comprar básicos de calidad
Cuando tengas identificadas las prendas comodín, será el momento de comprarlas. Piensa que lo que interesa en estos armarios es que la ropa aguante. No contamos con muchas prendas, son pocas, pero de calidad. Si invertimos en el textil, no tendremos que reponerlo en todo el invierno. Es mejor comprar, por ejemplo, unos leotardos buenos que sean capaces de aguantar los lavados, que unos más económicos que terminen desgastándose al mes.
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Apuesta por prendas más especiales que se puedan combinar
¿Significa esto que no podemos tener prendas especiales? ¿Apostamos todo al neutro? No, lo cierto es que no. Siempre podemos adquirir alguna prenda diferente y especial para los fines de semana, no obstante, encárgate de elegirla bien para que se pueda combinar con el resto de tu ropero.