ConsejosSalud Infantil

Claves para mejorar el sueño y disfrutar del baño del bebé

El sueño… Uno de los aspectos del bebé que posiblemente más inquieta a padres y madres. No por las horas de sueño que van a perder, sino por la cantidad de historias que han escuchado al respecto. Mi hijo estuvo 2 meses sin dormir, el mío no paraba de llorar y se ahogaba, el mío no durmió nunca… Cada persona es un mundo y cada familia tiene su historia, por tanto, creemos la nuestra.

Los bebés duermen poco rato pero lo hacen en cualquier lado. En total estamos hablando de que unas 17 horas al día se las pasan durmiendo. No importa donde duerman pero siempre es recomendable que lo hagan boca arriba y libres de cacharros, almohadas y cualquier cosa que les pueda molestar alrededor. También es importante que el bebé no duerma solo en ningún lugar que no sea el adecuado para hacerlo. Estamos hablando de sofás, sillitas o mantas… el bebé tiene tendencia a moverse en el mejor de los momentos y si no estamos cerca para recogerlo podría caer, enrollarse o quién sabe.

Otro factor a tener en cuenta es la temperatura de la habitación, entre 20 y 22 grados está bien. Un poco de humedad también es necesaria, para conseguirlo podemos poner un recipiente con agua en su habitación. Recordemos que los pies y las manos de los bebés siempre están fríos y no por ello debemos abrigarles más.

No es casualidad que también existen consultores del sueño y cada vez se escucha hablar más de ellos. Estos profesionales nos pueden ofrecer pautas, rutinas y herramientas para poder hacer que nuestro pequeño duerma mejor que lo hace y nosotros podamos descansar un poco más.

El baño es otro momento de conexión con el bebé y también otro momento de duda. ¿Hay que bañar al bebé cada día? Y qué pasa si todavía no se le ha caído la pinza del cordón.

El baño es recomendable realizarlo a diario, aunque no necesario. La finalidad del baño es conseguir relajar al bebé y prepararlo para dormir. Mantener una hora fija para bañarlo es muy importante para que poco a poco se acostumbre a esa hora y nos sea más fácil conseguir que duerma. En lo que a limpieza se refiere, es evidente que un bebé de meses apenas se ensucia y lo único que tenemos que mantener limpio son sus manos y nalgas.

La temperatura ideal del agua es de 36/ 37 grados.

Cuando al bebé todavía no se le ha caído la pinza del cordón umbilical, podemos bañarlo, aunque, al igual que cualquier herida con cicatriz la humedad no favorece su cicatrización, tampoco está contraindicada. El agua con jabón es el mejor antiséptico, simplemente no tenemos que abusar.

El cuidado del ombligo es muy sencillo, consiste en cambiar la gasa a diario (o no ponerla), solo mantener la zona muy seca. Igualmente en este aspecto nuestro pediatra nos dará su pauta para actuar, si hay algún signo de infección o alteración de la zona.

Jabones, geles, champús, cremas hidratantes y otros productos como colonias. ¿Tan mal huele el peque que necesita colonia, tan sucio tiene el pelo que necesita champú? Y su piel, ¿Tan seca está que necesita una dosis diaria?

Al cambio del pañal podemos dedicarle un momento, aunque a las 24 horas de estar con nuestro bebé ya tenemos aprendido cualquier cosa que se pueda leer, es necesario recordar que sus nalgas son muy sensibles y debemos evitar que se irriten manteniéndolas lo más secas posible. Para ello existen cremas y tratamientos que podemos usar, como diferentes marcas de pañales a probar. El remedio más natural es mantener el máximo tiempo posible al bebé sin pañal para conseguir un secado más rápido de las irritaciones.

Seguro que hay muchas más dudas que irán apareciendo y momentos que disfrutaremos con nuestros bebés, pero calma y paciencia, nunca en la historia de la humanidad hemos estado tan preparados como ahora para cuidar de nuestros hijos.

Sira Bellot
Consultora en Maternidad y Paternidad
www.babyplannerbarcelona.com
T. +34 93.275.31.82

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