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Técnicas de estudio para triunfar en la EvAU (o EBAU) y en los exámenes de este curso

Estudiar sin ninguna organización ni método solo puede conducir al fracaso. El alumno tiene que planificar y marcar un plan de estudio para cada día. En el informe Técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje se indica que “aprender a estudiar sacándole partido a las capacidades personales es algo muy parecido a un entrenamiento físico: hace falta voluntad, un buen entrenador y constancia. Si no conocemos la manera de hacerlo no llegaremos a tener buenos resultados. Hay que querer, pero también saber”. 

Elegir una buena técnica de estudio es fundamental para afrontar estos exámenes e intentar aprobar e, incluso, para superar con éxito la EvAU (o EBAU), a la que tantos estudiantes se están enfrentando estos días. 

Algo que les cuesta mucho conseguir a demasiados alumnos y que es un problema importante, porque España es el primer país de la Unión Europea en fracaso escolar, con un 17,9 % de jóvenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo, según los datos de Eurostat del 2018.

Estudiantes proactivos

El primer problema surge cuando comprobamos que los alumnos durante el curso son solo receptores pasivos. Acuden a las clases, no tienen rutina de estudio y no planifican tareas. En el momento en el que se enfrentan a unos exámenes son poco autónomos y no son capaces de planificar el estudio.

Nuestros hijos tienen que ser educados desde pequeños en técnicas de estudio para que cuando lleguen los exámenes sean más autónomos. Muchas veces los padres cometemos el error de ayudarles a hacer los deberes e incluso a estudiar. Ellos tienen que ir poco a poco aprendiendo a ser autónomos. Antes de los 10 años deben ser capaces de hacer las tareas por sí solos y ser responsables de su agenda.

En época de exámenes es importante que duerman bien porque el descanso favorece el aprendizaje y la memoria. También deben realizar comidas saludables que incluyan frutas, verduras, proteínas, carbohidratos y ácidos grasos omega-3, presentes en los pescados azules y los frutos secos. Para hidratarse, conviene priorizar el agua y evitar los refrescos con cafeína o las bebidas energéticas.

Además, necesitan un lugar para estudiar fijo. Tienen que tener disponible un espacio limpio, ordenado, luminoso y alejado de distracciones. Es fundamental que tengan un calendario para planificar las horas de estudio, las fechas de los exámenes, las actividades deportivas y las horas de tiempo libre. También deben saber que es conveniente hacer pausas después de cada 30 o 40 minutos de estudio porque la concentración baja. Y, por supuesto, es fundamental aprender a leer los apuntes antes de enfrentarse a los exámenes, repasar las asignaturas y hacer resúmenes.

7 Técnicas de estudio

Prepararse para los exámenes es más fácil si se sigue algún método de estudio. A cada alumno le funcionan unos más que otros. Por ejemplo, hay algunos que prefieren subrayar o hacer fichas, mientras que a otros les resulta más eficaz preparar esquemas. Por eso es básico dar con el que mejor se adapte a nuestro hijo. Os vamos a hablar aquí de siete técnicas de estudio que suelen funcionar y que pueden combinarse a placer.

1. El clásico método Pascal

Un método clásico que sigue funcionando a muchos alumnos. Se basa en realizar una primera lectura rápida para obtener la idea global y una segunda lectura comprensiva con subrayado. Después se debe hacer un resumen o esquema y ya luego proceder al estudio y la memorización. Por último, se recomienda hacer un repaso de lo estudiado.

2. Reglas mnemotécnicas

Para algunos alumnos funciona el método de memorizar listas cortas de conceptos que aparentemente no tienen vinculación lógica. El método consiste en relacionar conceptos nuevos con elementos familiares, palabras clave, siglas, abreviaturas o acrónimos. Por ejemplo, construir una palabra con las iniciales de la lista que hay que aprender, si esta no es muy larga, claro, o crear un relato con las palabras que tenemos que memorizar. Se trata de un método que no funciona para todos y que se debe practicar antes de darlo por válido.

3. Pensamiento visual

Nuestros hijos viven en un mundo de imágenes, por lo que un buen método es utilizar el dibujo para sintetizar contenidos, conceptos y emociones. No importa cómo se haga el dibujo, sino su utilidad para el alumno. Cada uno tiene su método para dibujar. Por ejemplo, se pueden utilizar pictogramas, figuras geométricos o bocetos.

4. Practicar con exámenes

De nada vale estudiar todo el contenido si luego nuestros hijos no saben contestar en los exámenes. Una buena idea es practicar con preguntas parecidas a las de años anteriores, así como realizar el mayor número posible de ejercicios prácticos. Esto es especialmente eficaz en asignaturas como matemáticas, gramática o idiomas.

5. Tormenta de ideas

El llamado Brain storming, tan empleado en el mundo laboral para ofrecer distintos puntos de vista sobre una o varias cuestiones, puede ser también un método eficaz cuando se estudia en grupo. La premisa básica es que antes todos deben haber estudiado el tema o los temas de forma individual. No es aconsejable que haya demasiados estudiantes, para que evitar que se pueda volver algo caótica, y conviene que la persona encargada de moderarla sea la que más conocimientos tenga, con el fin de que guíe un poco la charla y plantee preguntas interesantes que estimulen al resto. Este método servirá para que afiancen conocimientos, resuelvan dudas previas y, también, para que relajen un poco los ánimos.

6. Mapas mentales y esquemas

Es otra técnica que les funciona a muchos alumnos. Se trata de sencillas representaciones gráficas en las que se visualizan ideas con una jerarquía. El mapa mental parte de un tema principal que se coloca en el centro, en un círculo u óvalo. Las ideas secundarias se disponen de manera radial, conectadas con la central a través de líneas o flechas. En cuanto a los esquemas, suelen ser eficaces porque estimulan la capacidad de síntesis y, además, la escritura siempre ayuda a fijar conocimientos en la memoria.

7. Tests y rosco de preguntas

Esta puede ser una manera bastante útil de repasar antes de los exámenes cuando ya se han estudiado los temas. Puedes echarle una mano a tu hijo preparando un test de respuesta rápida para elegir entre tres o cuatro alternativas de respuesta, o uno de verdadero/falso. Una variante más elaborada de esta idea es hacer un rosco de preguntas, como el del programa Pasapalabra. Potenciará su rapidez de respuesta y pondrá un elemento de diversión en el estudio, algo que resulta efectivo, sobre todo con los más pequeños, y que siempre viene bien.

Estas siete técnicas de estudio pueden ayudar a que nuestros hijos aprueben los exámenes en un futuro, pero sobre todo para que aprendan a estudiar. Sin organización y sin método será complicado que puedan afrontar con éxito las pruebas.

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