La enfermedad celiaca, un problema más serio de lo que parece

La enfermedad celiaca es la afección crónica intestinal más frecuente en España. Se trata de una intolerancia permanente al gluten presente en distintos cereales como el trigo, la cebada, el centeno, la espelta, el triticale y, probablemente, la avena y sus productos derivados. Se presenta en individuos genéticamente predispuestos y se caracteriza por una reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. De esta forma, las vellosidades intestinales de las personas que la padecen, desaparecen, los alimentos no se absorben y se dan lesiones inflamatorias.
Para conocer más acerca de esta enfermedad, sus consecuencias y causas, hemos hablado con Juan Ignacio Serrano Vela, Doctor en Biología y responsable de investigación y formación en la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten.
Tal y como nos cuenta Juan Ignacio “cada vez se acepta más que el número real de casos esté aumentando, lo cual se atribuye a factores ambientales que aún no han sido identificados con fiabilidad. No obstante, las herramientas diagnósticas han mejorado notablemente en los últimos años, así como el conocimiento de esta patología por parte de los profesionales sanitarios; no sólo pediatras y especialistas de digestivo, sino entendidos de otras áreas que están muy relacionadas con la enfermedad, como endocrinología, ginecología, reumatología o neurología”.
“Se estima que por cada caso diagnosticado hay entre cinco y ocho sin diagnosticar»
¿Cuál es el desencadenante?
Pero, ¿qué desencadena la celiaquía? Desde los años 80 del siglo XX una de las teorías más barajadas por los científicos señala una infección como desencadenante de la enfermedad y, según afirma Juan Ignacio, “hay diversas situaciones que tradicionalmente se han considerado como posibles desencadenantes de la misma: problemas intestinales, intervenciones quirúrgicas, el embarazo o el estrés. Se sospecha que provocan una alteración en la función inmunológica que nos vuelve reactivos frente al gluten, una proteína inofensiva que en los celíacos es capaz de desencadenar reacciones inmunológicas adversas. Recientemente, se ha podido demostrar cómo una infección vírica intestinal, provocada por un virus inofensivo para el ser humano, es capaz de provocar ese desajuste en el sistema inmunológico que, al menos en algunos casos, se puede asociar como desencadenante de la enfermedad celiaca”.
¿Existe tratamiento?
Aunque por ahora el único tratamiento eficaz es una dieta 100% libre de gluten, miles de celíacos sueñan con la llegada de una vacuna o medicamento. El doctor afirma que “la opción de la vacuna se va a investigar ahora para ver si realmente es capaz de evitar ese desajuste inducido por el virus. No obstante, al igual que este, puede haber otros muchos agentes externos que tengan un efecto similar en nuestras defensas, por lo que debemos ser cautos”.
Aunque no existen estrategias preventivas que puedan evitar esta enfermedad, el doctor Serrano Vela sí nos recomienda algunas pautas básicas relacionadas con el momento de introducción de los cereales con gluten en la alimentación en los bebés. “Se aconseja hacerlo coincidir con la lactancia materna, evitando una sobrecarga de gluten, especialmente en las primeras etapas. Se debe evitar hacerlo antes del cuarto mes de vida y no demorarlo más allá del año”.
También sabemos que hay personas sensibles al gluten pero no celíacos; pacientes con síntomas idénticos que no pueden ser consideradas como tal, porque las pruebas diagnósticas de la enfermedad son negativas. Estas se engloban bajo el término de Sensibilidad al gluten no celíaca y mejoran al hacer dieta sin gluten. “No tenemos la certeza de que el gluten sea el culpable de su problema, podría ser cualquier otro componente de los cereales que contienen esta proteína, especialmente el trigo. Hoy por hoy no existen pruebas específicas para identificarlos, lo único cierto es la mejoría que experimentan con la alimentación, una vez descartada adecuadamente la celiaquía y la alergia al gluten”.
El diagnóstico
En España son muchos los enfermos celíacos no diagnosticados. “Se estima que por cada caso diagnosticado hay entre cinco y ocho que no lo están. Probablemente debido a que muchos pacientes presentan síntomas muy leves (lo que no quiere decir que la enfermedad lo sea) y, sobre todo, a que la mayoría de ellos, especialmente en la edad adulta, presentan síntomas fuera del aparato digestivo, por lo que los profesionales implicados no piensan en celiaquía cuando los observan”.
Desde la década de 1970, incluso se ha llegado a relacionar la enfermedad con los trastornos TOC (trastornos obsesivo compulsivos). “Conocemos bien la implicación del gluten en determinados trastornos neurológicos y psiquiátricos, aunque el mecanismo que lo genera no está aún esclarecido. Se ha barajado la posibilidad de que determinados fragmentos de gluten tengan un efecto directo sobre el sistema nervioso, pero también se habla de reacciones inmunológicas en determinadas regiones del encéfalo (mediadas por anticuerpos o inflamatorias en general) y de posibles carencias nutricionales derivadas de la lesión en la pared del intestino delgado”.
«Los pacientes realmente son personas completamente sanas y lo serán siempre que hagan adecuadamente la dieta”
Por ello, es fundamental un diagnóstico a tiempo y como padres debemos estar atentos a posibles síntomas que nos puedan dar la alarma de que nuestro hijo es celíaco. Tal y como nos indica el Doctor, estos pueden ser múltiples y variados, “dolor y distensión abdominal, retraso de crecimiento, carácter irritable, diarrea, estreñimiento, vómitos, apatía o anemia”.
Una vez diagnosticado, lo mejor que podemos hacer en la familia es no dejarnos llevar por la desesperación. Indudablemente, la vida de todos se va a ver afectada, principalmente en el terreno económico, debido al coste de los productos específicos sin gluten y deberán adaptarse a las necesidades de la persona celiaca. También hay que estar muy atentos al comer fuera de casa. “Hacer dieta sin gluten exige seleccionar muy bien en qué lugares se come y explicar en cada momento en qué consiste si el lugar elegido no está familiarizado con el tema. A pesar de ello, la integración es cada vez más sencilla y llevadera gracias al creciente conocimiento de esta patología entre los profesionales de la hostelería y la restauración y en la sociedad en general”.
Por ello, Juan Ignacio nos tranquiliza. “La dieta sin gluten resuelve totalmente todos los problemas asociados a su consumo en una persona celiaca, y los pacientes realmente son personas completamente sanas y lo serán siempre que cumplan adecuadamente con ella”.
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Muy buena la explicación,ya que tengo una joven hija que le diagnosticaron resien que es celíaca y me estoy interiorizando, ya que ni idea que era ser celíaca gracias muy importante