Consejos y trucos para poder comer sano fuera de casa

Aunque en el día a día los padres cuidamos mucho de la dieta de los niños, normalmente nos relajamos bastante cuando salimos de casa para hacer una escapada. La prioridad esos días es pasarlo bien. Si aun así queréis mantenerla lo más posible, os proponemos una serie de pautas.
Si el viaje es de más de tres o cuatro días, es muy importante mantener el equilibro entre los buenos hábitos y las ganas de pasarlo bien. Unos malos hábitos durante varios días seguidos pueden producir trastornos en el cuerpo del niño, tales como digestiones pesadas, estreñimiento, insomnio o cansancio crónico.
Aunque no hay que olvidar que estáis de vacaciones y que lo importante es disfrutar, relajarse y pasar buenos momentos todos juntos.
El consejo general que os damos es el de llevar siempre encima una mochila que contenga todas aquellas cosas que el niño pueda solicitar en cualquier momento: un paquete de galletas, una botella de agua, unas toallitas higiénicas y fruta, mucha fruta. Si además es fruta del tiempo, mucho mejor.
Si alquiláis una casa
La mejor opción para aseguraros de que los niños, y vosotros, sigáis con una dieta sana durante vuestras vacaciones si son algo más largas de un fin de semana, es alquilar un apartamento o casa donde podáis cocinar vosotros mismos. De esta manera, podréis seguir preparando la comida a vuestro gusto y de la manera de siempre. Así, los niños no notarán ninguna diferencia con su día a día habitual y no tendréis problemas con el “me gusta/ no me gusta” propio de los niños.
Si vais a comer fuera
A la hora de salir a restaurantes a comer es normal que sea el niño quien elija lo que más le guste. Si el restaurante tiene oferta de menús infantiles, es mejor darle a elegir al niño entre esos platos y no entre toda la carta. Esos menús ya tienen en cuenta las necesidades alimenticias de los más pequeños así como cantidades a su medida. Algunos padres se sienten más cómodos cuando ellos mismos eligen qué platos van a comer. No hay que ser muy estrictos; estáis de vacaciones. Lo perfecto es lograr un equilibro entre una y otra opción: la comida que elija él y la cena vosotros. Pequeños trucos para llegar a un acuerdo sin conflictos.
La comida de casa
Muchas veces, las escapadas son excursiones donde no tendréis más remedio que llevaros la comida desde casa, esto no tiene por qué dificultar las cosas. Por ejemplo, los bocadillos pueden estar rellenos de mil ingredientes que no sean embutidos: filetes, atún, huevo, lechuga, zanahoria, maíz, productos sanos y equilibrados.
Otra buena opción de comida son las ensaladas, a las que les podéis añadir todo tipo de ingredientes. También las tarteras con filetes de pollo o tortilla de patata.
Un alimento necesario para todo crecimiento es el calcio, por eso hay que estar siempre preparado con productos que contengan este elemento: como queso o yogures. Los zumos individuales también son muy cómodos de llevar. Y no hay que olvidar que el niño ha de estar continuamente hidratado, el agua es imprescindible.