
Molinos de viento en Formentera

Formentera es una de las islas del archipiélago balear con muchos rincones por descubrir y cientos de sitios que visitar. Te proponemos una ruta diferente para conocer un poquito esta isla visitando sus molinos de viento. ¿Te apuntas a esta excursión?
La isla de Formentera ha vivido siempre de la pesa y de la agricultura por eso no es de extrañar que aparezcan estos elementos arquitectónicos y funcionales en el paisaje de la isla como ayuda para los agricultores.
Sin duda son uno de los atractivos del interior de Formentera, y visitarlos supone experimentar un salto en el tiempo y el acercamiento a su historia y su patrimonio arquitectónico único.
En Formentera empezaron a construirse a finales del siglo XVIII cuando la isla comenzó a repoblarse, después de periodos intermitentes de despoblamiento entre los siglos XI y XVIII. Eran esenciales para la subsistencia en la economía local y la actividad agrícola. De hecho, su importancia ha sido tan grande, que se han utilizado a lo largo de 2 siglos, hasta mediados del siglo XX, cuando poco a poco empezaron a dejar de utilizarse.
Se usaban principalmente para moler trigo y se caracterizan por ser construcciones cilíndricas muy sencillas, con el techo en forma de cono, donde se colocaban las largas aspas de madera necesarias para ponerlos en marcha con el viento a favor.
Normalmente constaban de 3 pisos, en el superior se colocaban las piedras o la maquinaría para moler, el del medio se destinaba a reunir la harina molida y el inferior para almacenarla. En sus paredes encaladas es habitual encontrar 2 puertas, colocadas por seguridad para facilitar la entrada y la salida al molinero. Era la manera de evitar posibles accidentes por contacto con las aspas en funcionamiento, cuando éstas giraban muy deprisa por la acción del viento.
Se pueden ver en Sant Francesc Xavier (los molins de Sa Miranda: el Molí d’en Jeroni, y el Molí d’en Mateu), Sant Ferrán de Ses Roques (el Molí d’en Teuet y el Molí de Ses Roques) y en El Pilar de la Mola (el Molí Vell y el Molí d’en Botigues). Todavía quedan restos de un séptimo molino en Cap de Barbaria, pero sólo conserva los cimientos.
De todos ellos, los molinos que se mantienen en mejor estado son el Molí d’en Jeroni, el Molí d’en Mateu y el Molí Vell de La Mola. Este último, además de ser el más antiguo de la isla (data de 1778) y ser el único que se mantuvo en funcionamiento hasta 1964, es el mejor conservado. Ha sido restaurado y mantiene casi intacta su estructura, su maquinaría y sus aspas, que aún se mueven con el viento.

Los molinos de viento de Formentera datan de la época en la que la isla estaba bajo domino romano ya que esta isla era conocida como «la tierra del trigo». El nombre de Formentera en latín significa «perteneciente al trigo».
Para poder realizar la ruta de los molinos por la isla debemos ir en coche, si no disponemos de uno porque estamos de vacaciones en la isla una opción es alquilar un vehículo en las muchas oficinas de alquiler de coches de las que dispone la isla, tan sólo necesitaremos tener en orden el carné de conducir.
Aprovecharemos nuestro paseo no sólo para ver los molinos sino también las localidades donde se encuentran ubicados, disfrutando del paisaje y de la gastronomía que nos ofrecen.
Uno de los atractivos del pueblo de La Mola es el mercado hippie que abre dos veces por semana o el faro que se encuentra situado sobre los acantilados. San Francesc es uno de los pueblos más visitados de la isla por el día debido a su gran número de tenderetes hippies, de comercios y de lugares para comer.
Rutas y Excursiones:
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