
Palacio de Schönbrunn en Viena, Austria

El Palacio de Schönbrunn en Viena, es también conocido como El Versalles Vienés y es uno de los grandes iconos de la capital austriaca. En sus momentos de mayor esplendor, desde finales del siglo XVIII hasta el año 1918, fue la residencia veraniega de la dinastía Habsburgo.
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Palacio de Schönbrunn
Es una edificación de estilo barroco que fue construida en los últimos años del siglo XVII. Declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1996, cuenta con amplios y bellos jardines de más de mil metros cuadrados abiertos al público. En su interior podemos visitar más de cuarenta habitaciones, que nos permiten conocer un poco más de su historia y de la vida lujosa que llevaban los Habsburgo.
El Palacio de Schönbrunn es muy atractivo para una visita familiar. Ofrece una amplia variedad de actividades históricas pero también deja espacio para la diversión de toda la familia. Cuenta con un laberinto del que niños y adultos podemos intentar salir, ¡las risas están aseguradas! Además, hay en el complejo un parque infantil de más de dos mil metros cuadrados, donde los niños pueden jugar poniendo en práctica lo aprendido durante la visita. Además, podrán sentirse miembros de la realeza probándose trajes típicos de la corte de la Emperatriz María Teresa.

El Palacio de Hof es otro de los principales atractivos de la ciudad de Viena que visitar con niños. Si queremos aprovecharnos de una oferta para visitar ambos palacios en familia, deberemos adquirir el llamado «Family Pass», que además permite entrar a «El Museo para Niños». Su precio es de 49,90€ (dos adultos y hasta tres niños) e incluye audioguía en castellano en ambos complejos. Exite una gran variedad de tarifas que podemos consultar en la página web del Palacio.
Qué ver en la ciudad de Viena
Viena es la capital de Austria, en Europa Central. Está situada a orillas del Danubio, importante río que recorre un total de diez países hasta su desembocadura en el Mar Negro.
Se trata de una de las ciudades con más historia del continente europeo, por lo que cuenta con un gran patrimonio artístico. La época de mayor esplendor de la ciudad fue durante el reinado de la familia Habsburgo. La dinastía surgió a finales del siglo XIII, teniendo su fin definitivo a principios del siglo pasado.
El Danubio adorna una ciudad elegante de por sí, llena de edificios clásicos, de estilos renacentista y barroco sobre todo.

El Palacio Belvedere es otro de los grandes palacios imperiales de Viena. Es un complejo barroco formado por dos edificios. Sus fuentes y sus jardines son lo más llamativo del lugar.
La Biblioteca Nacional Austriaca, también barroca, está considerada como una de las bibliotecas más bonitas del mundo. Situada junto al Palacio de Holfburg, alberga más de 8 millones de documentos, entre libros, mapas y papiros de la Casa de Habsburgo. Su Sala Imperial es la más impresionante, rodeada por altas estanterías llenas de libros, globos terráqueos, esculturas y pinturas.
El parque más famoso de Viena es el Stadtpark, un área de naturaleza en medio de la capital austriaca, ideal para desconectar de la vida frenética de la ciudad moderna. Se abrió en el siglo XIX y su icono principal es el monumento dorado al compositor Johan-Strauss.
Finalmente, el edificio religioso más destacado de Viena es la Catedral de San Esteban. Allí han tenido lugar importantes eventos de destacados personajes, como la boda y el funeral de Mozart. Del edificio destaca su alta torre en forma de aguja, desde donde podemos apreciar mejor los azulejos que cubren el tejado de la catedral, así como una espectacular vista de la ciudad.
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